miércoles, 19 de marzo de 2014

DANIEL 7. LAS CUATRO BESTIAS Y EL PODER MUNDIAL. SECCION III

Iintroducción. Continuación de la sección II.

Para ver el paralelismo de las dos divisiones del capitulo 2 y el capitulo 7  tenemos que ver los siguientes puntos.

1º/ Habían transcurrido cincuenta años desde que Nabucodonosor recibiera su primera visión. Daniel 2. Tenemos que tener en cuanta que la su vida del rey Nabucodonosor subió al poder (septiembre-Octubre en el misferio norte) del año 606 a.C. hasta el otoño del 605. Siempre basandonos en  el calendario judío. Ya que el año civil judío empezaba en otoño del 606 a.C. y terminaba en otoño del 605 a.C. Luego el primer año de su reinado empezó del 606 al 605.

El historiador Giuseppe Ricciotti en su tomo I p.22 (15) esta de acuerdo con la su vida al trono del rey del 605-562 a.C.  Las tres deportaciones del pueblo de Judá fueron entre los años 605, a.C, 597 a.C, 586 a.C. Es en este contesto que se desarrolla lo que va a pasar no solamente con el pueblo de Israel, sino con la historia de la humanidad.


El segundo año de su reinado (desde la primavera del año 603 hasta la primavera del año 602. Acababa de tener un sueño impresionante. Que le dejaría marcado para el resto de sus días como rey.

2º.  Cuando los temas importantes se repiten nos indica que hay una buena enseñanza, y deberíamos estar apercibidos.

En Daniel 2, nos brinda un panorama no solo histórico sino que va mas allá, hacia el futuro de lo que va a acontecer, desde Nabucodonosor hasta la segunda venida de Cristo.
En Daniel 7, nos amplía su presentación en el tiempo y en el espacio,
dando una perspectiva de los cuatro imperios (y entendemos esto de los imperios cuando esta involucrado el pueblo de Dios).

Siempre a existido imperios a lo largo de la historia, pero no estaba involucrados el pueblo de Dios, esto hay que dejarlo claro para el estudiante Biblico.  Ya que los más acérrimos pensadores, que van contra la teoria de que Dios es injusto por no contar con los otros reinos.

La profecía, están seleccionada con el pueblo de Dios a lo largo de la historia de esta humanidad.  También tiene que ver con la venida de Cristo Jesús. La Biblia pone, como fundamento de toda la historia del pueblo de Israel, siendo este fisico y por ende al Israel espíritual.

En Daniel 2, se describe los imperios mundanales desde un punto de vista político, militar y economico.  En Daniel 7 vemos los mismos rasgo pero con el agravante de un poder religioso espiritual que va a desempeñar un papel en la historia y en el gran conflito entre dos poderes antagónicos, uno que representa al principe de este mundo, y otro al gran rey de reyes a Cristo Jesús.

"Nadie os engañe en ninguna manera; porque [el día del Señor] no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición"(2º Tes. 2:3). Fin de la introducción.  

domingo, 9 de marzo de 2014

DANIEL 7. LAS CUATRO BESTIAS Y EL PODER MUNDIAL. SECCión II

Introdución. Continuación de la sección I.
El bienestar material, profundamente arraigado entre los deportados en Babilonia, fue creciendo poco a poco con una gran organización comercial; los documentos recientemente hallados.  En la segunda mitad del siglo V a.C. bajo el reinado de Artajerjes I y Darío II, existía y prosperaban en la ciudad de Nippur (H.I. p. 62). (foto. Abraham )

La prueba está  en que aquellos colonizadores tan sólo  al cábo de unos decenios de años desde que se instalaron en la región poseían  gran cantidad de vienes.  Cuando Ciro les dio la orden de ir a su tierra, se llevaron  gran cantidad de donativos para reconstruir el templo. 

Es muy conocida las escenas de los desterrados que, durante una asamblea religiosa celebrada a orillas de un canal de Babilonia, el pueblo están mudo y hondamente contristados; a sus labios no suben ningún canto tradicional, sus arpas, abandonadas cuelgan de los sauces de la orilla.

Es donde el pueblo de Dios expresa en lo más profundo de sus corazones el poema del dolor, por estar lejos de su patria.  "Junto a los ríos de Babilonia nos sentamos, llorando al acordanos de Sión; sobre los sauces, en medio de ella, colgamos nuestras arpas.

Y allí nos pidieron nuestros carceleros acento de canciones, y nuestros tiranos, la alegría [diciendo]: ¡Cantadnos algunas de las canciones de Sión!
¿Cómo entonaremos las canciones de Yahvé sobre un suelo extranjero¿
¡Cuando me olvide de ti, oh, Jerusalén, que se paralice (1) mi diestra!
¡Mi lengua se pegue al paladar, si yo no me acuerdo de ti.  Cuando no
ensalce a Jerusalén por en cima de mi alegría"! 
(Ps.137.[136] 1-6.) (H.I. P.79-80)

Nos encontramos en la mitad del libro de Daniel.  Los eruditos dicen: que es el "corazón" es "la joya" es "el centro" del libro de Daniel.
Nos hace retroceder en el tiempo, y nos lleva hacia el futuro, para tener una clara compresión de lo que va acontecer antes de la venida de Dios.

El uso del idioma en arameo y su paralelismo con el capitulo 2 lo conecta con los capítulos 7 y los enlaza con el 8 y 9.  El extenso panorama rico en su contenido tanto profético como histórico nos habré
las puertas a otra dimensión.  Las Escrituras emplean símbolos de animales para representar varios reinos a lo largo de la historia (ver. Jer. 49:19-22).  Emplea una figura de un león o una becerra, para representar a Egipto (Jer. 46:20; Eze. 32:2; 29:3). Monedas del siglo IV a.C. representa al rey de Persia victorioso sobre un león. (foto. el dios de los filisteos cayo ante el Dios de Israel).

Este es el segundo mensaje profético que recibe Daniel de parte de Dios, este se revelo en el año 553 a.C. en el primer año de la corregencia de Belsasar con su padre Nabonido, y fue cuando se dio esta visión.  Pues Nabucodonosor hacia nueve años que había fallecido.

Cierto es, que percibimos un cambio de lo concreto a lo símbolos.  Cuando se le revelo esta visión, era una época de incertidumbre política para todos, incluso para el pueblo hebreo que vivía en Babilonia. ¡De todas maneras habían transcurrido cincuenta años desde la visión de Daniel 2!  Daniel vio con sus ojos la prosperidad de Babilonia y su decadencia.