viernes, 31 de marzo de 2017

SECCIÓN LXXIX (79) DANIEL 7. LOS CUATRO IMPERIOS


CONTINUACIÓN DE LA SECCIÓN LXXVIII (78)
(Después de las escena del juicio viene una escena de destrucción) Daniel 2:34-35. El puesto o tronos mencionado aquí, en Arameo es, remah, decir: “colocar· o “levantar”, aunque también significa “arrojar” (ver cap. 3:30; 6:16,24). 

Por otra parte la LXX usa la frase tíhemi, que se traduce como “levantar” , “colocar”, “erigir”. Lo que Daniel esta viendo es una representación del juicio de Dios, de ese juicio final que determina los destinos de los hombres y de las naciones.
El Anciano de días. 

Éste es el único verso de la Biblia que describe al Dios Padre en forma humana. Así lo dice en arameo; no hay artículo definido. El artículo se usa en los versos 13 y 22 como artículo de referencia previa, es decir que su función es la referirse al Ser ya descrito. 

Lo representa al Dios Padre. Como un juez humano de gran edad y lleno de sabiduría sentado en su tribunal. Cuyos vestidos son blancos, como la nieve, como la lana blanqueada al sol, un blanco puro. Por supuesto que a Dios nadie le avisto jamas. (Juan 1:18). 

Daniel solo vio una representación de la Deidad. El hombre no puede saber hasta qué punto esta representación refleja la realidad. En la visión de la Deidad se representa de varias formas y matices, generalmente atañe al propósito didáctico de la visión. 

Juan en una visión del advenimiento, Juan vio a Jesús sentado en un caballo blanco, vestido de una ropas teñidas de sangre y con una espada que salia de su boca. (Apoc. 19: 11-15). 

Cuando Cristo venga por segunda vez, no vendrá vestido así. Pero sin embargo cada uno de estos elementos tiene un valor didáctico para que el hombre comprenda mejo el mensaje. 

En cuanto a la vestimenta blanca es un símbolo de pureza y en cuanto a los caballos blancos es un símbolo de antigüedad, pero creo que ir más allá del simbolismo y hacer especulaciones sobre la apariencia de Aquel que “habita en la luz inaccesible” (1º Tim. 6:16) es entrar en un terreno de una teorización prohibida. (8 T.279). 

Luego diremos: Que el manto blanco,simboliza la absoluta pureza moral del juez del universo. (Isa. 1:18). 

Este pasaje nos recuerda los vestidos blancos de los 24 ancianos que rodeaban el trono de Dios (Apoc. 4:4), y lo vestidos de los santos cuando estén con él Padre y Jesús en aquel día glorioso. (Apoc. 3:5). 

Maranata
Luis José de Madariaga.
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miércoles, 22 de marzo de 2017

SECCIÓN LXXVIII (78) DANIEL 7. LOS CUATRO IMPERIOS.


COMTINUACIÓN DE LA SECCIÓN. LXXVII (77)
DANIEL 7:9-14. La escritura lo describe como un acontecimiento en el tiempo y el espacio, cuyo veredicto implica el destino del cuerno pequeño y de los santos. 

Es por eso que se establece un juicio justo y equitativo. 

Estuve mirando hasta que fueron puestas sillas, y un Anciano de gran edad se sentó, cuyo vestidos eran blancos como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su silla llama de fuego, y sus ruedas fuego ardiente. . . 

El tribunal se sentó en juicio, y los libros fueron abiertos. . .Yo entonces miré a causa de las palabras tan arrogantes que hablaba el cuerno. . .Había también quitado a las otras bestias su señorío, y les había sido dada prolongación de vida hasta cierto tiempo. . .

Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí en las nubes del cielo como Hijo de Hombre que venía, y llegó hasta el Anciano de gran edad, e hiciéronle llegar delante de él.  

.. Y fue dado señorío, y gloria, y reino; y todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieron; su señorío, señorío eterno, que no será transitorio, y su reino que no se corromperá.

De pronto la atención de Daniel fue conducida a la visión del juicio divino. Daniel esta contemplando la visión y ve al Anciano (Dan.7:9-14; 18,22, 26,27) se repite con otras palabras el mismo mensaje: el tribunal de Dios juzgara a la bestia y el reino será entregado a los santos. 

Si se pone atención al testo, veremos que el cuerno que al principio había sido pequeño, va creciendo y desplazando a tres quitan dolos del medio y se hizo más grande que los de más. (Dan.7:20 úp.). 

Pongamos mucha atención al testo. No nos sorprende que el juicio en Dan 7:9-14, comience con la observación de que “se aderezaron (pusieron) unos tronos y un Anciano se sentó”; y que el verso 22, diga: “Vino el Anciano a hacer justicia” (BJ).

Hay que observar cuando llega el momento de iniciarse el juicio, Jesús sale del lugar Santo y se introduce en el lugar Santísimo. 

El ministerio diario de Cristo como nuestro sumo sacerdote estaba simbolizado por las ceremonias diarias que se hacían en el santuario (ver. CS470-485). 

La purificación del santuario celestial abarca toda la obra de juicio final que comienza con la fase de la investigación, y termina con la fase de la ejecución. Cristo se traslada de un lugar a otro del cielo para dar comienzo al juicio. Este traslado resulta significativo cundo entremos a desarrollar el cap.8 de Daniel.
Maranata
Luis José de Madariaga.
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lunes, 6 de marzo de 2017

DANIEL 7. LOS CUATRO IMPERIOS. SECCIÓN LXXVII (77)


CONTINUACIÓN DE LA SECCIÓN LXXVI (76)
Resumiendo el cap.7:8
La declaración del Papa Siriaco. (384-399) formuló la primera proclamación del derecho y deber del obispo de Roma de gobernar sobre todo los cristianos: 
“Nosotros (los sucesores de Pedro), llevamos sobre nuestros hombros las cargas de todo los que están abrumados- escribió--. 

De hecho, en nuestra persona el bendito apóstol Pedro mismo lleva esta cargos, quien nos considera herederos de su administración. . .  Esta es una de las grandes mentiras de la iglesia, La Biblia lo niega rotundamente. Y de este tema hablaremos más adelante.

Ningún sacerdote del Señor tiene la libertad de ignorar la decisión del trono apostólico” (Denzinger Schonmetzer, Definitionum et Declaratinum (Roma: Herder, 1965), p.72 citado en Lan Guthridge, The Rise and Decline of the Christian Empire (Middle Park, Australia:Shool/Publications), p. 7

En los siglos siguientes hasta nuestros días, los papas de Roma se volvieron cada vez más firmes en sus propósitos, de que solo ellos y no los emperadores, debían ser los árbitros definitivos en asuntos de la iglesia. Esta idea aun persiste en la iglesia Católica.   

Cuando Atila, el huno, comenzó a asediar la Roma imperial de los papas, (León I 440-461) confronto según la historia al “azote de Dios” y prevaleció. De alguna manera persuadió a Atila (ya que este solo quería saquear la Roma imperial). 

No sabemos las condiciones del pacto en que llegaron, hay muchas hipótesis, pero esto queda en el silencio de la historia. Atila abandona su propósito de conquistar la ciudad de Roma. 

Este hecho tuvo una gran repercusión en la cristiandad, y sobretodo en los emperadores. La historia refleja que fue León el Grande que puso el fundamento del poder político y religioso de los papas San Agustín, obispo de Hipona, que a la sazón estaba en al norte de Africa, había pronunciado las famosas palabras: [“Roma locuta, causa finita”] 

En otras palabras, (Roma ha hablado; se cierra el caso)” Bajo un manto de justicia propia, la doctrina de Cristo había otorgado poder papal a Pedro y que éste lo había pasado a sus sucesores en Roma. A partir de este momento, las raíces del árbol brotaron en la iglesia. 

Se fundo la creación del estado papal en el siglo VIII y el derecho de declarar la guerra a los estados musulmanes que habían conquistado jerusalén, Antioquia, esto le dio al papa mas prestigio y poder. 

El poder del papa alcanzó su máximo apogeo con Gregorio VII (1073-85), quien aplico primero la teoría de que el papa podía deponer a los reyes, y con Inocencio III (1198-1216). Se declaro soberano absoluto de Italia, y requirió que todos los funcionarios de Roma le jurasen lealtad.
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Luis José de Madariaga.
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