Continuación de la sección XXXII.Esto es lo que le sucedió a Daniel, el fue fiel a su Dios y a su rey. Si hiciésemos la pregunta a nuestros ministros,en cuanto a la fidelidad. ¿cuantos respondería como lo hizo Daniel? ¡Irónica pregunta!
Entonces se alegro el rey en gran manera a causa de él, y mando sacar del pozo a Daniel. . . Y ninguna lesión se hallo en el, porque creyó en su Dios.
Confiad en Jehová (Dios) perpetuamente, porque en el Señor Jehová está la fortaleza de los siglos (Isa. 27:4). Tenemos la confianza de Dios si somos fieles. Porque yo Jehová soy tu Dios, que te ase de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudé. Otra versión dice: Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y t dice: No temas, yo te ayudo. (Isaías 41:13)
¡Qué respuesta tan fascinante fue la de Daniel! Dios lo había librado por causa de su inocencia y lealtad. Lo que deja muy claro es que Daniel era inocente de los cargos que se le imputaba, y no había hecho mal alguno delante del rey. Y a causa de su inocencia y integridad, Dios a quien el servía continuamente, había enviado su ángel y cerro la boca de los leones.
Para los más escépticos de los seres humanos, estas palabras son solo fantasía o leyendas incluso mitos de los hombres. Pero por desgracia en pleno siglo XXI, la fe en Dios no existe, pero eso si, nos creemos las fantasías aberrantes y evolucionista que los hombres dicen.
M. Bounds dijo en cierta ocasión: Detengámonos un momento. Consideremos. ¿donde estamos? ¿que lo que hacemos? ¿predicamos con nuestro ejemplo y oramos de tal manera que damos muerte? Oremos a Dios, al gran Dios y Hacedor de todo los mundos, al juez de todos los hombres. ¡Que reverencia! ¡Cuanta verdad se demanda en lo íntimo del corazón! La oración a Dios es la ocupación más noble, el esfuerzo más elevado, el objeto más real. ¿No descartaremos para siempre la oración que mata, y sustituyéndola por las que dan vida y poder de lo alto. Por las que abren a la necesidad y miseria del hombre los tesoros inextinguibles de Dios? (La Oración F. de poder. p. 32).
La oración es el medio ordenado por el cielo (Dios) para tener éxito en el conflicto con el pecado y desarrollar el carácter cristiano (y del creyente). . . Cuando acudimos a él (Dios) con fe, toda petición alcanza al corazón de Dios. Cuando hemos pedido su bendición, debemos creer que la recibimos y agradecerle de que la hemos recibido. (D.T.G. p. 1709.
Dan. 6:24. Y mandándolo el rey fueron traídos aquellos hombres que habían acusado a Daniel, y fueron echado en el foso de los leones, ellos, sus hijos y sus mujeres; y aún no habían llegado al suelo del foso, cuando los leones se apoderaron de ellos, y quebrantaron todo sus huesos.
Para el hombre del siglo XXI esto es un cuento de hada, pero en la época Babilonia y así lo demuestra la historia esto era cosa común, al igual que los Romanos, echaban a los hombres y mujeres al circo.
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