viernes, 15 de julio de 2011

DANIEL 6. LA FIDELIDAD DE UN HOMBRE Y LOS CELOS DE OTRTOS. SECCIÓN V

Continuación de la introducción. sección IV.
Ciro se levanto contra si señor en el año 553 a.C. Dos veces fue derrotado por Astiages, pero en el tercer encuentro, Háppago, comandante del ejercito medo, traiciono a su señor y entrego el ejercito en las manos de
Ciro, aproximadamente en el 550 a.C. Ciro tenía en su poder la capital meda de Ecbatana. (foto. Ciro el nuevo rey).

El nievo astro empezaba a resplandecer con luces tan brillantes, miles de miradas ansiosas se dirigieron hacia el, todas las poblaciones sometidas al cetro de Babilonia, y que espe
raban -tanto los indígenas como los deportados -un cambio radical de la insostenible situación política.

¿Que haría el nuevo rey? ¿Se detendría al borde de los territorios limítrofes del imperio babilónico
? Belsasar no veía con buenas intenciones al que por el norte se acercaba. la pregunta estaba en el aire: ¿No se llegaría a una confrontación con Ciro? ¿Podría poner en aprieto a la decadencia y maltrecha monarquía caldea, llevando así alivio a las gentes que en ella clamaban justicia?

Nadie podía decirlo con seguridad durante los primeros años de la ascensión de Ciro al poder, y sin embargo muchos eran los que lo esperaban. Y cuando, al comenzó del año 546 a.C. Ciro, con una rápida y veloz carrera destruye Lidia y extendió sus conquistas, primero
hacia el Occidente y despues hacia el Oriente, fue entonces cuando amargamente descubrieron en él al antagonista nato, al vencedor infalible de Babilonia. (foto. Territorio Persa).

Los judíos deportado, naturalmente, compartieron con todos los demás desterrados esta esperanza llena de ansiedad, y además las hallaron esclarecidas a la luz de las profecías de Isaias y Jeremías. Después de la catástrofe de la nación cuando dejaron al Dios de sus Padres para ir a los Baales, hay un resurgimiento social como nacional hacia el Dios Yahvé.

Yahvé trabajaba para un futuro indefinido, socorridos tan solos por la confianza que el pueblo judío tenia en Yahvé. Y de golpe sin esperarlo aparece la promesa hecha por el Dios de Israel. ¿No representaba Ciro la promesa hecha por parte de Dios a su pueblo atraves de los profetas? ¿Quién sino Yahvé podía haber suscitado el corazón irresistible guerrer
o que derribaba tronos y liberaba a las naciones? Ahora se aclaraba el antiguo consejo del Dios de Israel.

¿Quién ha suscitado de Oriente a aquel a quien la justicia sale al paso?
¿Quién le entrega las naciones, y a los reyes abaja
?
Conviértelo en polvo su espada, en paja dispersa su arco;
les persigue, pasa incólume, el sendero con sus pies no toca*. (foto. Recibiendo al rey).

¿Quién lo realizó y lo hizo?
El que llama a las generaciones desde el principio:
yo, Yahveh, el primer
o, y con los últimos yo mismo*. (Isaias 41:2-4).

El propio Ciro afirma que según la cual el dios babilónico Marduk le había dado el señorío de todas las tierras. Lo que Ciro no entendía todavía, es que había un Dios que rige los destinos del mundo. El profeta no había conoció a Marduk; pero por el contrario, había ecuchado la voz de Yahvé que proclamaba:


"Le he suscitado del norte, y viene, del sol naciente le he llamado por su
nombre*
Ha ollado* a los sátrapas como lodo, como alfarero patea el barro. (Isa. 41:25).

Pero había más. Ciro, por esta misión suya, debía ser un [mashiah] ((ungido)), ((mesías)) de Yahvé, y sólo de Él, con exclusión muy especial de todo lo demás dioses. (H. de Israel p.90) (foto.El rey en su trono)

1º * = En respuesta a las dudas del pueblo, este gran poema anuncia la venida de un libertador. Se trata de Ciro, al que no se le nombra antes de 44.28, pero que para los contemporáneos del Segundo Isaias resultaba claramente desig
nado. Yahveh es el que lo suscita, no para herir, como Senaquerib o Nabucodonosor, sino para libertad.- San Jerónimo que traduce en el v. 2 "que ha suscitado del Oriente al Justo" y aplica este texto al Mesías, de quien Ciro, se de algún el ungido de Yahveh. Es una figura de Cristo como libertador de su pueblo.

2º* El término hebreo traducido por "justicia" supone un restablecimiento del orden intentando por Yahveh y puede así tomar el sentido de "victoria". (foto. Palacio interior de Ciro).


Cuando Ciro se apodero del imperio no hubo grandes cambios en la estructura externa del estado porque los medos y los persas eran tribus estrechamente emparentadas.


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