CONTINUACIÓN DE LA
SECCIÓN LXXVI (76)
Resumiendo el
cap.7:8
La declaración del
Papa Siriaco. (384-399) formuló la primera proclamación del derecho
y deber del obispo de Roma de gobernar sobre todo los cristianos:
“Nosotros (los sucesores de Pedro), llevamos sobre nuestros hombros las cargas de todo los que están abrumados- escribió--.
Ningún sacerdote del Señor tiene la libertad de ignorar la decisión del trono apostólico” (Denzinger Schonmetzer, Definitionum et Declaratinum (Roma: Herder, 1965), p.72 citado en Lan Guthridge, The Rise and Decline of the Christian Empire (Middle Park, Australia:Shool/Publications), p. 7
“Nosotros (los sucesores de Pedro), llevamos sobre nuestros hombros las cargas de todo los que están abrumados- escribió--.
De hecho,
en nuestra persona el bendito apóstol Pedro mismo lleva esta cargos,
quien nos considera herederos
de su administración. . .
Esta es una de las
grandes mentiras de la iglesia, La Biblia lo niega rotundamente. Y de
este tema hablaremos más adelante.
Ningún sacerdote del Señor tiene la libertad de ignorar la decisión del trono apostólico” (Denzinger Schonmetzer, Definitionum et Declaratinum (Roma: Herder, 1965), p.72 citado en Lan Guthridge, The Rise and Decline of the Christian Empire (Middle Park, Australia:Shool/Publications), p. 7
En los siglos
siguientes hasta nuestros días, los papas de Roma se volvieron cada
vez más firmes en sus propósitos, de que solo ellos y no los
emperadores, debían ser los árbitros definitivos en asuntos de la
iglesia. Esta idea aun persiste en la iglesia Católica.
Cuando Atila, el huno, comenzó a asediar la Roma imperial
de los papas, (León I 440-461) confronto según la historia al
“azote de Dios” y prevaleció. De alguna manera persuadió a
Atila (ya que este solo quería saquear la Roma imperial).
No sabemos las condiciones del pacto en que llegaron, hay muchas hipótesis, pero esto queda en el silencio de la historia. Atila abandona su propósito de conquistar la ciudad de Roma.
No sabemos las condiciones del pacto en que llegaron, hay muchas hipótesis, pero esto queda en el silencio de la historia. Atila abandona su propósito de conquistar la ciudad de Roma.
Este hecho tuvo una gran
repercusión en la cristiandad, y sobretodo en los emperadores. La
historia refleja que fue León el Grande que puso el fundamento del
poder político y religioso de los papas San Agustín, obispo de
Hipona, que a la sazón estaba en al norte de Africa, había
pronunciado las famosas palabras: [“Roma locuta, causa finita”]
En otras palabras, (Roma ha hablado; se cierra el caso)” Bajo un
manto de justicia propia, la doctrina de Cristo había otorgado poder
papal a Pedro y que éste lo había pasado a sus sucesores en Roma.
A partir de este momento, las raíces del árbol brotaron en la
iglesia.
Se fundo la creación del estado papal en el siglo VIII y el
derecho de declarar la guerra a los estados musulmanes que habían
conquistado jerusalén, Antioquia, esto le dio al papa mas prestigio
y poder. El poder del papa alcanzó su máximo apogeo con Gregorio VII (1073-85), quien aplico primero la teoría de que el papa podía deponer a los reyes, y con Inocencio III (1198-1216). Se declaro soberano absoluto de Italia, y requirió que todos los funcionarios de Roma le jurasen lealtad.
Maranata
Luis
José de Madariaga.
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