CONTINUACION DE LA
SECCIÓN CI (101).
Daniel 7: 25 Estamos desarrollando este verso desde el 20 hasta el 25. En esta decadencia y
un vacío de poder moral de la iglesia entra en escena El rey Otón
el Grande. Entre los años 836-973.
Este rey funda toda una dinastía
en Alemania creando unos conceptos nuevos. Este rey se convirtió en
el centro de la iglesia y de la cultura:
“Un grupo de obispos excelentes y activos se agrupaban en torno al rey, quien ante el fracaso del papado y de todo los demás poderes del continente europeo, aparece como el único en establecer el poder y la dimensión de la iglesia.
Si tenemos (en cuenta el derecho Romano) respecto a
su idea del feudalismo marcó un tipo de organización en la que los
monasterios, el clero, los obispos hasta el mismo papa se vieron
afectados, bajo la influencia de Emperador. (Id., p.363)
Es en este
punto donde podemos ver como el papado resurge de su decadencia
moral. El Obispo se convertiría en una verdadera <<investidura>>
por parte del Emperador, puesto que antes de su consagración
episcopal se le entregaba por parte del rey Otón el Grande el báculo
(Enrique III añadiría el anillo que hoy lleva el papa) junto con el >>Beneficio>> (bienes y tierras), y el propio oficio por el que tendrá jurisdicción sobre sus súbditos.
Para que la
autoridad papal ejerza el poder sobre los pueblos, hay una rivalidad
entre el papado y la descendencia de Otón el grande, que se la llama
la guerra de la investidura o la Autoridad Suprema.
El papa Juan XII
se ve obligado a pedir ayuda a Otón I, para la cual se le promete la
corona imperial (960-964). El Emperador celoso por esta maniobra del
papa,
Otón I redacta un documento por el cual determina que todos los papas electos antes de su consagración, debe realizar “el juramento de mantener la relación jurídica establecida” es decir: el papa estará bajo la supervisión del rey no por encima del rey.
Otón I redacta un documento por el cual determina que todos los papas electos antes de su consagración, debe realizar “el juramento de mantener la relación jurídica establecida” es decir: el papa estará bajo la supervisión del rey no por encima del rey.
Otón I se anexiono los estados pontificales. Otón juzgo a Juan XII
revocándole como papa, y poniendo a otro en su lugar, y consiguiendo
la dependencia del papa respecto al poder imperial. El Papa siguiente
necesitando la ayuda de los Otón.
El Papa Juan XV (985-996) pidió
la ayuda de Otón III. La iglesia era un caos los cargos se compraban por la nobleza de los señores feudales y los ricos así obtenían “los beneficios eclesiásticos”, de los nombramientos episcopales y sacerdotales.
Al partir del papa Silvestre II
(999-1003) veremos una mejoría de la iglesia. El sínodo de
Lateranense (1.059), con el Papa Nicolas II (1058-1061) reflejaba
la lucha encarnizada entre el papado y los reyes.
Vemos como el
cuerno pequeño de Daniel 7 y 8 va tomando forma en su desarrollo.
La bestia que sube
del abismo—iba a levantarse a combatirse abiertamente contra la
palabra de Dios. La profecía había declarado que el papado pensaría
“mudar los tiempos y la ley”.
MARANATA.
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